Orígenes e historia del Carlino

El Carlino, también conocido como Pug, es una raza de perro originaria de China, donde se conocía como «Lo-sze». Los emperadores chinos apreciaban mucho a estos perros y los criaban en la corte. Posteriormente, los Carlinos fueron llevados a Europa por los comerciantes holandeses en el siglo XVI, donde se volvieron muy populares entre la nobleza.

En el siglo XIX, los Carlinos llegaron a Inglaterra, donde fueron criados para mejorar sus características físicas. A partir de ese momento, la popularidad de la raza creció rápidamente en todo el mundo. Actualmente, los Carlinos son una de las razas de perro más populares en todo el mundo.

Características físicas del Carlino

El Carlino es un perro de tamaño pequeño, con una altura de entre 25 y 30 cm y un peso que oscila entre los 6 y los 8 kg. Su cuerpo es compacto y musculoso, con una cabeza grande y redonda, ojos grandes y oscuros, y orejas pequeñas y caídas. Su pelaje es suave y corto, y puede ser de color negro, beige o plateado.

Una de las características más destacadas de los Carlinos es su cara arrugada y achatada, que les da una apariencia muy distintiva y encantadora. Además, su cola es curvada y suele ser llevada enroscada sobre su espalda.

Comportamiento del Carlino

Los Carlinos son perros amigables, sociables y afectuosos, que disfrutan de la compañía de sus dueños y de otros perros. Les encanta jugar y divertirse, pero también son capaces de adaptarse a un estilo de vida más tranquilo. Son muy inteligentes y fáciles de entrenar, aunque pueden ser un poco testarudos en ocasiones.

A pesar de su pequeño tamaño, los Carlinos tienen mucha energía y necesitan hacer ejercicio regularmente para mantenerse saludables y en forma. Les encanta pasear y explorar su entorno, pero también pueden disfrutar de actividades en interiores, como jugar con juguetes o hacer ejercicios de entrenamiento mental.

Cuidados del Carlino

Los Carlinos son perros de bajo mantenimiento en cuanto a cuidados, pero requieren atención especial en algunos aspectos. Su piel y su pelaje pueden ser sensibles, por lo que es importante cepillarlos regularmente y mantenerlos limpios. Además, su cara arrugada necesita ser limpiada con frecuencia para prevenir infecciones.

En cuanto a su alimentación, los Carlinos son propensos a ganar peso si no se controla su ingesta de alimentos. Es importante proporcionarles una dieta equilibrada y controlar su cantidad de comida y golosinas para evitar la obesidad. Por lo general, aquí recomendamos la dieta BARF, pero como en todo, te recomendamos que te informes bien sobre las ventajas y desventajas de la dieta BARF antes de empezar a dársela a tu perro.

En resumen, los Carlinos son perros encantadores y divertidos, que se adaptan bien a una gran variedad de estilos de vida. Con un poco de atención y cuidado, pueden ser una gran adición a muchos hogares. Recuerda que es importante llevar a tu Carlino a chequeos regulares con su veterinario para garantizar que se mantengan saludables y felices a lo largo de su vida. Si estás pensando en agregar un Carlino a tu familia, asegúrate de investigar sobre los criadores responsables y los refugios que tienen esta raza disponible para adopción. ¡Un Carlino puede ser una gran compañía para ti y tu familia si lo adoptas de forma responsable!