Es un error muy común el confundir el verdadero adiestramiento en positivo que aplicamos al entrenar a nuestro perro, con el adiestramiento en positivo de laboratorio, el cual, por razones obvias, no es aplicable en la vida real.
Pese a algunas leyendas y malas lenguas, adiestrar en positivo no es entrenar a base de salchichas de Frankfurt o cualquier tipo de premios comestibles. Estos son parte importante de cualquier entrenamiento, sobretodo en la primera fase del aprendizaje, pero si adiestramos en positivo, nuestras sesiones de adiestramiento no deben centrarse en ellos, por lo menos cuando entrenamos ejercicios ya aprendidos.
Cómo Entrenamos a un perro en Positivo
En el adiestramiento en positivo, la recompensa del perro es la motivación intrínseca del ejercicio en sí o la interacción con nosotros, no un premio comestible. El “premio”, siempre debe ser el ejercicio en sí mismo o la interacción con nosotros a la cual le lleva dicho ejercicio (lo que acaba haciendo que el ejercicio le guste) – Con esto no estoy diciendo que usar premios comestibles como principal reforzador al practicar ejercicios aprendidos no sea positivo, pero personalmente prefiero lo anterior.
Para que no queden dudas, pondré dos ejemplos:
- Motivación intrínseca: A un perro que le guste saltar, no hará falta que le demos un premio extra para que salte (es más, premiar con comida o cualquier otra cosa a un perro por algo que le gusta hacer, puede ser contraproducente). El perro se sentirá recompensado por el simple echo de saltar. En este caso, también podemos pedir al perro que realice un ejercicio o varios que no le gusten tanto y acto seguido mandarlo a saltar (el premio será el salto si esto es lo que le gusta a tu perro) – Principio de Premack.
- Interacción con nosotros como premio: Permíteme una pequeña comparación con el futbol para qué se entienda. A un delantero, no le gusta correr detrás de la pelota por el campo sin motivo, pero le encanta marcar goles, por lo que se esforzará en correr, conseguir la pelota y desmarcarse para que se la pasen, para así aumentar las posibilidades de conseguir su premio, marcar un gol (y créeme, el simple hecho de que haya posibilidades de marcar, hará que disfrute corriendo por el campo). Con el perro es muy similar. Habrá ejercicios, que no le gusten tanto de por sí, pero sí son la llave para la interacción con nosotros en modo de juego… Acabarán gustándole. Un ejemplo sería hacer un “junto” durante 100 metros para al acabar empezar una pequeña interacción con juego con nosotros. Lo sé, es algo muy similar al punto anterior, pero por el hecho de que el reforzador (interacción) viene de nosotros en este caso, quería diferenciarlo.
El concatenar ejercicios que le gusten con otros que no le gusten tanto, acabará haciendo que el entrenamiento en su conjunto se convierta en una pasión para el perro.
Una de las mejores explicaciones que he encontrado del AP, es la que expone el adiestrador español Enrique Solís, que dice así: “El AP es el método de adiestramiento basado en el respeto hacia el perro, que antepone su bienestar a los objetivos del adiestramiento.”
Esta explicación es bastante acertada para entender el concepto, pero tal y como yo lo veo, el adiestramiento en positivo no es un método en sí.
Otro tema importante que esta explicación deja de lado, es el estado emocional tanto del perro como del dueño/adiestrador a la hora de aprender o entrenar.
Teniendo estos dos factores en cuenta, la visión sobre el adiestramiento en positivo en la que me baso y la cuál quiero promover tanto en mi libro como en mi canal de Youtube, Tik Tok… está representada en la siguiente definición de Adiestramiento en Positivo.
Definición de Adiestramiento en Positivo:
El adiestramiento en positivo es cualquier método de adiestramiento basado en el respeto hacia el perro, donde se antepone el bienestar del mismo a nuestras expectativas y tanto el dueño como el perro disfrutan aprendiendo.
Lo más importante de Adiestrar en Positivo:
Esta definición hace hincapié en lo que considero el pilar de cualquier tipo de adiestramiento cuando lo hacemos en positivo, que el perro disfrute aprendiendo, y el trabajo para el cual lo estemos adiestrando, se convierta en su pasión.
Esto no quiere decir que en el adiestramiento en positivo no haya disciplina, pero esta, no se impone usando ni el miedo ni el dolor. Un NO es un NO, y siempre nos aseguraremos qué si decimos NO, nuestro perro no siga con el comportamiento que estamos intentando parar, pero para esto no hace falta recurrir a la violencia. Por suerte, tenemos un cerebro más desarrollado que nuestro perro que nos permitirá encontrar la forma sin tener que recurrir a métodos violentos.
Por desgracia, hoy en día, en los países de habla hispana, métodos basados en el adiestramiento tradicional (usando el miedo y el dolor como filosofía de entreno) aún tienen mucha fuerza. Y aunque es verdad que cuando estos métodos son llevados a cabo por profesionales las probabilidades de que el perro desarrolle problemas de conducta son menores, nunca deberíamos decantarnos por estas técnicas.
¿Funciona el Adiestramiento Canino en Positivo?
Te dejo aquí este vídeo contestando esta pregunta que seguro que se te hace más ameno que seguir leyendo 😉